El mar nos provee día tras día de cosas buenas, sanas y ricas para nuestro deleite. Es un proveedor infinito de bondades que debemos aprovechar como mejor podamos.
Entre dichos regalos, se encuentra la sal marina con sus propiedades naturales que ayudan al cuerpo a mantenerse en buenas condiciones, gracias a que aporta el magnesio que necesitamos, suministra minerales, regula los niveles de azúcar en sangre, entre tantos otros.
Cuando sufrimos de insuficiencias suprarrenales o fatigas, nuestros cuerpos necesitan sal en respuesta. La sal marina equilibra y nos nutre con los minerales esenciales.
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Veamos algunos de sus beneficios:
- Es vital para el óptimo funcionamiento en la contracción muscular y su expansión. La estimulación de los nervios, el buen funcionamiento de las glándulas suprarrenales y otros procesos biológicos.
- Provee del cloruro que ayuda a la producción de ácidos necesarios para digerir las proteínas y enzimas, fundamentales para la digestión de hidratos de carbono que ayudan a las personas que necesitan equilibrar su peso, y además es necesario para el funcionamiento del cerebro y el crecimiento.
- Gracias al magnesio que contiene, se genera la producción de enzimas, la transmisión nerviosa, la formación ósea, el esmalte de los dientes y la resistencia a las enfermedades del corazón.
- Estabiliza los latidos cardíacos anormales. La sal de mar junto con el agua y en la proporción adecuada, es esencial para la regulación de la presión arterial.
- Si se mezcla con agua caliente, la sal marina es un buen conciliador de un sueño profundo. Sumado a esto, ayuda a limpiar las mucosas en el cuerpo, los senos nasales y la congestión bronquial, lo que contribuye a un mejor descanso y previene los ataques de asma y afecciones en pacientes con fibrosis quística.
- Ayuda a mantener los electrolitos en el cuerpo, los que contribuyen a mantener un correcto equilibrio de agua en el organismo.
- A diferencia de lo que la gente cree, la sal de mar combate la retención de líquido en el cuerpo. Estudios han concluido que es de gran ayuda en la disolución de cálculos renales en el cuerpo.
- La sal de mar nos nutre con minerales que nos ayudan a aumentar y mejorar el nuestro sistema inmune, al tiempo que mejora la resistencia frente a las infecciones y enfermedades bacterianas. En caso de que nos accidentemos, tengamos cirugías, quemaduras, gripes, trastornos mentales, etc., esta sal nos ayudará a recuperarnos mejor.
- Es una gran aliada en la absorción de alimentos en el tracto intestinal y mantiene el nivel de azúcar en la sangre, reduciendo de esta forma el riesgo de padecer diabetes.
A pesar de todos estos beneficios, volvemos a hacer énfasis en que siempre hay que consumir sal con moderación, ya que el principal componente de la sal de mesa y la sal de mar es el sodio.
Con sal de mesa y sal de mar Lobos, ¡todo sabe bien!
