¡La sal es tan provechosa que no solo es buena para nosotros, sino que también para los caminos! Aunque parezca algo lúdica, la frase es completamente cierta, entre los usos de la sal se encuentra la estabilización y vida útil de los distintos caminos que nos conectan.
Entre los factores más predominantes que afectan las estructuras de los caminos, se encuentran el tránsito y las condiciones climáticas. Por lo general son aquellos que no están pavimentados y que se encuentran en zonas rurales y de montaña, los responsables de conectar las industrias (de las ciudades) con las faenas en terreno. He aquí la importancia de que se encuentren en buen estado, ya que deben mantenerse operativos el mayor tiempo posible durante el año, porque de lo contrario el cierre de estos puede involucrar considerables pérdidas económicas.
Las maquinarias pesadas son los principales vehículos que transitan por estos caminos, dañándolos de forma considerable, por sus pesos y usos. Es por esto que se realizan muchos esfuerzos en procesos de estabilización para disminuir el daño a los que se ven enfrentados.
La industria minera es la principal afectada cuando los caminos se encuentran en problemas, por los motivos ya mencionados, la inestabilidad vial y por la suspensión de polvo. Este último punto es de sumo cuidado, ya que es posible que cuente con una toxicidad suficiente como para dañar la salud de sus trabajadores al ser inhalado, lo que podría causar daños irreparables.
La sal cumple un rol fundamental en habilitar los senderos de la minería y su buen funcionamiento, siendo un importante agente contra el polvo suspendido en el aire y otros elementos volátiles, aplicándose así, tanto en forma sólida como líquida directamente en los caminos.
El cloruro de sodio (sal) está conformado por cristales muy parecidos a los diamantes, con la diferencia, claro está, en la abundancia mundial que hay entre uno y otro.
¿Cómo se usa la sal para estabilizar los caminos mineros?
Pues bien, su uso es muy fácil para quienes conocen sus propiedades. Te habrás dado cuenta que la sal es muy soluble en el agua, eso le permite darle la acuosidad suficiente para esparcirla controladamente a base de suelo. Por otro lado, cuenta con un gran poder higroscópico, es decir que tiene la capacidad de atraer agua, tanto líquida como vaporizada, lo que provoca una profunda limpieza en el ambiente.
Cuando la sal se mezcla con materiales “limo-arcillosos” (compuestos suaves y ásperos), forma una suerte de pasta similar al cemento, con las propiedades de cohesión e impermeabilización, actuando sobre las partículas finas del suelo, lo que evita los deterioros y depresiones de los caminos; desprendimiento de material granular, etcétera., reduciendo además la congelación y la deformación por el frío y heladas.
Por citar un ejemplo, en el Norte se encuentran los principales yacimientos mineros de Chile, los cuales en otoño e invierno sufren las condiciones extremas de hielo y nevadas, mientras que durante la primavera y verano predomina la sequedad, lo que genera altas emisiones de polvo. La forma de utilización en estos lugares, es que una vez finalizada la primera temporada, se realiza una mantención de la carpeta de rodado que se reconstruye con mezclas homogeneizadas de suelo y sal.
La función de la sal como estabilizadora es triple: a) mejora la carpeta rodadora operando para derretir la nieve y hielo (en épocas frías), b) disminuir el punto de congelamiento y c) evitar que se produzcan emisiones de polvo ( en épocas secas, principalmente).
El uso de la sal como método estabilizante de caminos es una decisión efectiva y de bajo costo, ya que el producto es económico y no se necesita equipo adicional.
Como dijimos al principio, la sal es un producto natural tan beneficioso, que nos hace disfrutar agradables momentos y, además, nos conecta por los distintos caminos de nuestro Chile.
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